Fases de la globalización

La globalización difiere sustancialmente de la colonización, que fue derogada tras la Segunda Guerra Mundial, por el decisivo papel que tuvo la URSS en su desenlace, donde Stalin apoyado por la ideología avanzada del presidente Roosevelt, lograrían convencer a Churchill, de las injusticias que acarrearon los expolios y las matanzas perpetradas por el colonialismo en los países invadidos que tras un ejercicio de racionalidad, los llamados: los tres grandes de la época, acordaron liberar de las cadenas de la esclavitud a gran parte de la humanidad.

La etapa siguiente denominada globalización, tuvo su inicio con las multinacionales que habían alcanzado un alto grado de competitividad con la aplicación de la tecnología en sus procesos industriales, además, advirtieron que podían conseguir un plus ventajoso con la externalidad de los procesos que requerían abundante mano de obra, instalando sus talleres en puntos fronterizos con países pobres de su entorno, en los que los sueldos eran muy inferiores, e incluso con el surgimiento de la logística moderna, deslocalizaron sus industrias, a países muy alejados del suyo, sin reparar, que el desempleo provocado en el país en los que estaban originalmente los centros de producción, provocaba distorsiones de la mayor incidencia social como es el paro, tenido como el mayor desajuste socio-económico, al que deben hacer frente los países modernos.

El mayor fenómeno económico-social con el que se enfrenta el capitalismo con la actual Gran Recesión, en la que está inmerso el mundo occidental en este momento, a imagen de lo que representó la Gran Depresión de los años treinta, es atribuible en gran medida a que los países emergentes, han aprendido los métodos modernos desarrollados por las multinacionales que se instalaron en dichos países, al punto que son más competitivos en el mundo globalizado, principalmente por satisfacer a sus trabajadores sueldos más bajos, pero también porque las instalaciones industriales asentadas en los mismos, son las más modernas, haciendo virtud del aforismo: de que el bulldozer, que facilita el derribar las instalaciones industriales existentes, para ser sustituidas por otras más modernas, es el artilugio más útil para poner al día factorías que son tanto más eficientes y competitivas, cuanto más modernas son, además, que con los nuevos sistemas logísticos, les permiten dimensionar sus factorías para “economía de escala” que han demostrado ser más rentables y competitivas, asegurando con ello su continuidad.

Otra ventaja que tienen los países emergentes para ser más competitivos que los que han alcanzado altos niveles de vida; es que con los bajos sueldos que pagan a sus trabajadores, les permiten ahorrar y ser más felices y optimistas, que los habitantes del mundo capitalista, por la sencilla razón que proceden de estatus pobres donde la austeridad la tienen asumida por inercia y las mejoras alcanzadas son recibidas con alborozo, contrariamente a lo que sucede en los países capitalistas, donde la recesión en la que están inmersos, supone restricciones para los más pobres, que tienen que recurrir a la caridad, que si bien para las derechas constituye una virtud , para los que tienen que recurrir a ella es la mayor humillación que degrada las esencias más nobles de la naturaleza humana, al eliminar la dignidad que supone el reconocimiento de que todos nacemos iguales, según reza la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

A propósito de la imposición de la austeridad, que especialmente en nuestro país constituye el mantra diario, con el que nos obsequian los medios de comunicación, impuesta además desde el exterior de las instituciones que nos habíamos dado como país soberano en lugar de la vía democrática, ahora nos damos cuenta, que los afectados: por los recortes, las restricciones, las mermas de tantos derechos adquiridos, nos son impuestos a las mayoría de la población, incluidas las mimadas clases medias, por los dos partidos mayoritarios de las democracias occidentales, al estar asumido el más evidente e irrebatible hecho de que quienes ostentan el gobierno de los pueblos sometidos a su férula, son el 1% de los muy ricos manipuladores del dinero de todos, mediante las atribuciones: económico-legislativas que se han atribuido, mediante el medio por antonomasia que es el dinero de todos, confiado a establecimientos bancarios y financieros que desde Waal Street, la City,…con sus finanzas virtuales a las que han conferido los atributos de mando sobre los pueblos sometidos al yugo oprobioso del dinero, con el que los poderosos de siempre, han conseguido gracias a dicho resorte, dar continuidad al ominoso recurso de humillar: primero por la ignorancia, y ahora incluso a la inteligencia, a la mayoría de las personas que pueblan el planeta. La esperanza de mejora, tendrá que ser depositada en los pueblos vírgenes, exentos de los prejuicios afianzados en los pueblos de la vieja Europa, por leyes obsoletas impuestas por los poderosos. Las mayorías perjudicadas por el lastre de vicios ancestrales, tendrán que toman conciencia de que el poder acumulado a lo largo de generaciones por intereses arraigados en la posesión de cosas, que la tecno-ciencia está en posesión de producirlas con profusión, no tiene razón de ser. Habrá que acometer otras prioridades como son el concierto entre los pobladores de un mundo globalizado, para el disfrute en común de los ingentes beneficios aportados por la modernidad, con la difusión del conocimiento alcanzado, a masas de beneficiarios recíprocos.

La globalización, habitualmente tan vilipendiada actualmente por gente incluso que alardea de progresista, contiene esencias tan solidarias, como pudo ser en otros tiempos lo internacional, facilitados por medios puestos a disposición por la tecno-ciencia: transportes, turismo, viajes, organismos internacionales , intercambios de todo tipo para la resolución de cuestiones interés común,….Somos subsidiarios de lo que imponen los medios con los que contamos, que puestos al servicio del bien común, conducirán, por la vía del conocimiento universal facilitado por los modernos medios informáticos, al entendimiento entre los pueblos del planeta para beneficio recíproco, mediante intercambios de todo tipo que conduzcan a una mayor igualdad entre los países y sus moradores, que sigue siendo la más sangrante asignatura pendiente con la que se enfrenta la humanidad, para la consecución de una paz duradera y fructífera entre los países y las personas que los pueblan.

Existen indicios que prometen esperanza de mejoría de las relaciones entre los pueblos, tras haber desechado las guerras como solución de los conflictos entre países, siendo sustituidas por intercambios mutuamente beneficiosos, aplicando la modalidad: ganador-ganador por la que los intercambios benefician por igual a ambas partes contratantes, puestas en práctica entre países necesitados de materias primas, y otros en disposición de proporcionar tecnología avanzada a países del tercer mundo, faltos de las infraestruturas necesarias de que disponen los países más avanzados. Estas operaciones contribuyen a un mayor igualitarismo entre los distintos países, del que tan necesitado está el mundo, así como entre las personas que viven en el mismo país, en que, las enormes diferencias existentes comprometen el futuro.